Emergencias al Volante

La importancia de las decisiones preparadas: sepa cómo reaccionar ante 10 emergencias clásicas en la ruta. Al mejor conductor puede presentársele en cualquier momento y súbitamente una situación de tan peligrosa gravedad, que si no sabe reacciones en la forma adecuada, las consecuencias pueden ser irreparables. Ningún conductor está libre de estos peligros, porque dependen…

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La importancia de las decisiones preparadas: sepa cómo reaccionar ante 10 emergencias clásicas en la ruta. Al mejor conductor puede presentársele en cualquier momento y súbitamente una situación de tan peligrosa gravedad, que si no sabe reacciones en la forma adecuada, las consecuencias pueden ser irreparables.

Ningún conductor está libre de estos peligros, porque dependen en general de causas ajenas a él. Puede ser la rotura de la dirección o de los frenos, la aparición frente a él de otro vehículo o la caída al agua. ¿Cómo ha de reaccionar en estas situaciones? ¿Cuál ha de ser la maniobra conveniente?

Para muchos conductores resultará difícil y comprometido decidir, con rapidez y eficacia, lo que tienen que hacer en ese momento. La inminencia del peligro no permite pararse a pensar sobre lo que se debe hacer. Los segundos pueden ser decisivos, las situaciones de emergencia exigen, por regla general, la acción rápida. No se puede pensar «lo que hay que hacer», Sencillamente, hay que hacerlo y hacerlo a la misma velocidad que el peligro ha hecho acto de presencia.

La acción depende, más que de una buena actitud refleja del conductor, de la prontitud con que se aplica «una decisión preparada» de antemano. El conductor que no tiene estas «decisiones preparadas», reaccionará probablemente de manera inadecuada e incluso contraproducente, cuyas consecuencias pueden ser irremediables.

Se puede y se debe conducir «alerta» para enfrentarse con el peligro. Para ello basta: aceptar la posibilidad del accidente, conocer las situaciones más graves que pueden presentarse y saber cuál es la maniobra adecuada a cada situación.

En pocas palabras:

Conducir sabiendo qué hacer,
cuándo hacerlo y
cómo hacerlo

Para lograr la eficacia indispensable, el conductor debe practicar estas normas «mentalmente» hasta que lleguen a formar parte de su repertorio de hábitos, de tal manera que a cualquier «acción» de peligro se oponga la «reacción» adecuada, con el mismo automatismo con que en su conducción normal cambia la velocidad del vehículo o gira el volante.

Las decisiones «preparadas» deben constituir la base fundamental de la idiosincrasia del buen conductor.

1. Si sus frenos fallan. Bajando una cuesta, su vehículo empieza a ganar velocidad. Usted pisa el pedal del freno a fondo, sin que ejerza el menor efecto en la acción del frenado. El vehículo adquiere mayor velocidad cada vez.

Lo que se debe hacer: Accionar intermitentemente el pedal del freno. Hacerlo rápida y frecuentemente. Con el freno de mano, actuar de manera progresiva y rápida, pero NO violentamente. Cambiar enseguida a una velocidad menor, para aprovechar la acción frenadora del motor, acelerando incluso brutalmente. Si es absolutamente preciso, desvíese con el coche fuera de la carretera, hacia el lugar que le parezca más blando. Es preferible dañar el coche que dejarlo rodar sin frenos, exponiéndose a un grave accidente.

2. Si un neumático revienta Está circulando usted a gran velocidad en línea recta. De pronto oye un estallido, seguido de un fuerte tirón del volante. Es casi seguro que un neumático ha reventado.

Lo que se debe hacer: Calma, no se asuste, no apriete los frenos. Sujete firmemente el volante con las dos manos y gire lo necesario para mantener recta la dirección del vehículo. Continúe con el pie en el acelerador, pero levántelo con suavidad. No lo retire bruscamente. Deje que el motor vaya reteniendo el coche y cuándo este haya perdido velocidad, accione el freno poco a poco. Apártese de la carretera, si es posible, para cambiar el neumático.

3. Si su coche patina Por una carretera de pavimento húmedo, Usted conduce a gran velocidad (cosa que no debe hacer). Observa un bache y gira el volante para evitarlo. Su vehículo empieza a patinar.

Lo que se debe hacer: No toque el pedal del freno, ni levante el pie del acelerador. Gire en seguida el volante en la misma dirección en que se mueven las ruedas traseras al deslizarse (sí la parte trasera del vehículo patina hacia la izquierda, gire el volante también hacia la izquierda). Tan pronto como el coche empiece a enderezarse, gire el volante en dirección opuesta, para evitar un nuevo patinazo en sentido contrario. Afloje ligeramente el acelerador, pero no retire el pie bruscamente. Cuando haya corregido el patinazo y asegurado la tracción, disminuya la velocidad frenando suavemente. Si entonces le patinaran las cuatro ruedas del vehículo, suelte el freno para permitir la rotación de las mismas. Aplique después del freno con presión gradual, para evitar el blocaje.

4. Si un coche en dirección contraria viene a su encuentro. Conduce Usted por una carretera de doble circulación. Otro coche que viene en sentido contrario, hace un zigzag y se proyecta directamente hacia su automóvil. Posiblemente el conductor se ha dormido o está embriagado.

Lo que se debe hacer: Pulse fuertemente el claxon y encienda sus faros. Si el otro conductor no reacciona ante estas señales, gire rápidamente a su derecha, aunque se salga fuera de la calzada. Cualquier maniobra, aún peligrosa, es preferible a un choque frontal, especialmente si el otro vehículo es más potente.  Si se ve precisado a ello, oriente su vehículo hacia la cuneta, aunque vuelque o dé lugar a una colisión menor. Habrá evitado el peligro mayor.

5. Si su coche se incendia. Va conduciendo Usted por una carretera cualquiera. Está bien cuidada y no tiene dificultades, por lo que lleva la media de velocidad a la que está acostumbrado. De pronto, un olor característico y, luego, el humo o las llamas: su coche se ha incendiado.

Lo que se debe hacer: Corte inmediatamente el encendido del motor y apártese a un lado de la carretera, frenando el coche.
Sobre todo actúe con calma. Haga salir a todos los ocupantes del vehículo. Levante el «capó» y con el extintor de incendios (que debe llevar siempre), con una manta, ropas, tierra o arena, trate de sofocar las llamas.  No eche nunca agua. Si el fuego se acerca al depósito de gasolina, aléjese rápidamente del coche, para evitar los peligros de la explosión.

6. Si durante la noche se ve obligado a detenerse. Hay conductores que prefieren viajar de noche. ¿Es Usted de éstos? Tal vez le haya ocurrido más de una vez que en plena oscuridad se ha visto obligado a detenerse.

Lo que se debe hacer: Procure tener a mano, debajo de su asiento, un triángulo reflectante plegable, pues si lo lleva en la maleta del coche, perderá unos segundos preciosos, mientras lo busca. Haga lo posible para apartar su coche al margen de la carretera, para repararlo o esperar la llegada de auxilio. Proceda de la siguiente forma: sitúe el triángulo delante de su cuerpo, para protegerse, mientras va a colocarlo en el suelo, 30 o 40 metros detrás del coche.

7. Si el parabrisas de su coche se rompe. Desconfíe de la grava o de los guijarros pequeños, pues si, lanzados por las ruedas de otro vehículo, dan contra su parabrisa, pueden cuartearlo y volverlo opaco, quedándose usted sin visibilidad alguna en décimas de segundo. Este fenómeno suele ir acompañado de un fuerte ruido de explosión, similar al de un disparo, que puede además asustar al conductor y ocasionar un accidente.

Lo que se debe hacer: Dé rápidamente, con las debidas precauciones, un fuerte puñetazo al parabrisas, abriendo así una ventana que le permita ver la carretera.

8. Si un perro se cruza en la carretera. El mejor amigo del hombre es, sin embargo, enemigo de los automovilistas. Muchas personas se han matado o han resultado heridas a consecuencia de un viraje o frenazo, tratando de esquivar a un perro

Lo que se debe hacer: Como regla general, no se debe maniobrar ni frenar bruscamente para evitar a un perro u otro animal pequeño que se cruce en el camino.  Mire a lo lejos a fin de localizar al animal con la mayor antelación posible, quite el pie del acelerador y toque la bocina.

9. Si mientras un coche intenta adelantarlo a Ud. otro automóvil viene en sentido contrario. Un coche viene en sentido contrario al suyo en una carretera de doble dirección y entretanto, un conductor alocado e impaciente, con desprecio del Código y de su propia vida, intenta adelantarlo sin tener vía libre.

Lo que se debe hacer: Hágale señales con el brazo o con el intermitente, para que no continúe la maniobra. Si no obedece, puede usted hacer dos cosas: disminuir la velocidad o aumentarla.  Si está Usted seguro de que el conductor que viene por detrás va a pasarlo, disminuya resueltamente la velocidad y apártese al margen derecho de la carretera, pues el automovilista que lo adelante tendrá tendencia a ponerse precipitadamente delante de Usted con inminente peligro de choque de los tres vehículos. Si no ha terminado de adelantarlo y el coche de enfrente se acerca con rapidez, entonces lo más aconsejable es que Usted pise el acelerador para dejarle espacio detrás de su vehículo.

10. Usted ha entrado a demasiada velocidad en una curva. Viajando rápido de noche en una carretera desconocida sin señal que le prevenga se ve Usted metido de pronto en una curva cerrada.

Lo que se debe hacer: Pise el freno varias veces, mientras toma la curva acelere ligeramente. Si ve que su coche empieza a patinar, al mismo tiempo que mantiene el pie derecho en el acelerador, pise el freno ligeramente con el pie izquierdo. Manténgase en su banda. De noche disminuya siempre su velocidad, circulando a una media que le permita frenar siempre dentro del espacio visible. Esto es particularmente importante en las curvas, ya que sus faros alumbran en línea recta.

Fuente: Foro de Seguridad